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  • Miguel de la Cruz - Jefe de Aves

Alas majestuosas: conservando uno de los tesoros mexicanos


Hablar del águila real (Aquila chrysaetos) en México es hablar de un símbolo con el que miles de generaciones se han identificado en nuestra nación. Desde épocas prehispánicas hasta hoy ha sido un emblema de serenidad, elegancia, fuerza, valor y libertad. La importancia del águila real no sólo radica en su valor cultural, sino en el papel fundamental que juega en su ambiente. Como otras aves rapaces, ayudan a mantener el equilibrio ecológico controlando las poblaciones de sus presas.

El águila real es una rapaz de color café oscuro que se caracteriza por tener tonalidades doradas en la parte posterior del cuello. Se le puede observar surcando los cielos mexicanos en busca de su presa, que puede variar entre roedores, serpientes o pequeños mamíferos. De hábitos monógamos, el águila real pone entre 2 y 3 huevos, los cuales dependerán de la cantidad de alimento que reciban para poder sobrevivir.

Con una envergadura que llega alcanzar los dos metros y medio, unas poderosas garras, una aguda vista y un peso entre los 4 y 6 kilos, es fácil comprender por qué esta especie se ha ganado un espacio en el corazón de los mexicanos. Desgraciadamente el águila real ha encontrado diversas amenazas que ha propiciado la disminución de su población en México. Amenazas tales como: cacería ilegal, envenenamiento indirecto, comercio ilegal de mascotas, desarrollo urbano, destrucción de su hábitat, entre otras; están empujando a esta majestuosa especie al borde de la extinción.

Buscando sumar esfuerzos para generar el cambio necesario para evitar este triste destino, en Africam Safari, desde el 2005 creamos el programa de conservación del águila real. Como todo programa de conservación, los primeros años fueron difíciles, estábamos intentando lo que muy pocos se habían atrevido. Aún con el conocimiento y experiencia de nuestros especialistas, había ciertas lagunas de información que debíamos investigar. Con dedicación y esfuerzo, comprendimos poco a poco sobre la reproducción del águila real.

Al estar revisando los huevos descubrimos comportamientos fascinantes sobre el cuidado que la hembra tiene con ellos. Nos percatamos que la madre se humedecía las alas para así contener la humedad necesaria y poder transferirla a sus huevos. También observamos que al momento de caminar en el nido cerca de los huevos, la hembra recoge las garras, acercándose cuidadosamente para evitar lesionarlos. Y otro comportamiento del que nos dimos cuenta que desarrollan diversas técnicas para rotar al huevo, acercando cuidadosamente su cuerpo éstos y moviéndose de lado a lado propiciando que giren. Todos estos cuidados son necesarios para una eclosión exitosa y por consiguiente parte esencial de nuestro programa de conservación.

Doce años de aprendizaje nos han permitido mejorar nuestras técnicas reproductivas, logrando el nacimiento de 32 polluelos de águila real a lo largo de este tiempo. Ha sido un trabajo de equipo de toda la tribu de Africam Safari, pero en especial de las personas que, como Miguel de la Cruz y su equipo de cuidadores, directamente se involucran día a día en este proyecto.

Nuestro viaje ha sido largo y todavía nos queda mucho por recorrer, pero mientras nuestro símbolo patrio siga en peligro de extinción, Africam Safari seguirá contribuyendo hacia la conservación del águila real; esperando que algún día esta imponente especie, pueda ser vista de nueva cuenta en los cielos mexicanos que alguna vez ocupó.


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